La dislexia, un trastorno del aprendizaje

Los niños con dislexia manifiestan dificultad a la hora de aprender a leer y a escribir, independientemente de su capacidad intelectual y aún habiendo recibido una educación convencional. Hay estudios que aseguran que entre entre un 5 y un 10% de la población lo sufre.

Las palabras deben ser descompuestas en fonemas para poder ser procesadas por nuestro cerebro. Normalmente con la práctica, automatizamos este proceso y lo hacemos de forma inconsciente.

A los niños con dislexia les cuesta reconocer el sonido de cada letra y asociarlo con su representación gráfica (la letra escrita). Se trata de un déficit fonológico, por lo que, para ayudarlas tendremos que acudir al nivel más básico del proceso lingüístico.

Otra habilidad imprescindible que influye no tanto en la adquisición del proceso lector sino en la comprensión es la MEMORIA FONOLÓGICA O VERBAL, esto es, la capacidad de decodificar y retener una pequeña cantidad de información verbal, manteniéndola temporalmente en memoria, mientras se va procesando información nueva. Esta habilidad también está asociada al bajo rendimiento de los niños y niñas con dislexia y dificultades del aprendizaje.

Intervención con niños con dislexia

En nuestro centro disponemos de herramientas que nos permiten realizar la evaluación de estas dificultades con la lectoescritura, identificar a los sujetos con retraso y diseñar planes de intervención, ya sea para PREVENIR o para CORREGIR errores y retrasos en los aprendizajes.

Como norma trabajamos con el método FONÉTICO-FONOLÓGICO, que es el que se ha demostrado más eficaz con menores que tienen dificultades ya sean asociadas a la dislexia, al déficit de atención (hiperactividad e inatención), baja capacidad de razonamiento, etc.

El objetivo final

En idiomas transparentes como el español en el que cada letra corresponde a un sonido, podemos conseguir que los niños con dislexia, puedan llegar a leer como los demás niños de su grupo de edad, no obstante, seguirán necesitando algo más de tiempo para decodificar las palabras, por lo que serán lectores menos veloces. Esto no tiene por qué afectar a su nivel de comprensión lectora, que realmente es lo más importante.

Una detección temprana

Estos niños con dislexia u otras dificultades en el aprendizaje deberían ser detectados en el primer ciclo de primaria para poder trabajar con ellos de forma específica aquellas áreas en las que presenten más dificultades.

Las consecuencias de no atenderlos adecuadamente no solo las debemos considerar desde el punto de vista escolar o académico, sino también desde el personal. Por ello, una vez confirmada su dificultad es precisa una intervención temprana, intensiva y de larga duración, destinada a mejorar todas aquellas habilidades relacionadas con la lectoescritura.

El objetivo es conseguir una adecuada fluidez y comprensión lectora.

niños con dislexia